Las Tres Primicias del Nuevo Pacto


Palabras griegas y hebreas para primeros frutos o primicias:

G536 – ἀπαρχή – aparchē

Definición de Thayer: 1) a ofrecer primogénito o primicias; 2) para llevar las primicias de las producciones de la tierra que fue ofrecido a Dios. La primera parte de la masa, de la que fueron panes sagrados para estar preparado. Por lo tanto, término de personas consagradas a Dios para siempre; 3) de personas superiores en excelencia a otros de la misma clase.

בּכּוּר – bikkûr

Definición de BDB: 1) primicias; 1a) el primero de los cultivos y la fruta que ha madurado, se reunieron y ofreció a Dios, de acuerdo con el ritual de Pentecostés; 1b) ofreció el pan conformado el nuevo granulado en Pentecostés; 1 c) el día de los primeros frutos (Pentecostés).

Easton Bible Dictionary

Los primeros frutos de la tierra se ofrecieron a Dios como el primogénito del hombre y los animales. La ley requerida,

(1). A la mañana siguiente después de que el sábado de Pascua una gavilla de maíz nuevo debe ser ondeaban por el sacerdote ante el altar (Lev_23:5, Lev_23:6, Lev_23:10, Lev_23:12; Lev_2:12).

(2.) Que, en la fiesta de Pentecostés, dos barras de pan seco, de la harina nueva, eran para ser de la misma manera ondeaban (Lev_23:15, Lev_23:17; Num_28:26).

(3.) La fiesta de los tabernáculos fue un reconocimiento de que los frutos de la cosecha del Señor (Exo_23:16; Exo_34:22).

 (4.) A cada persona, además, le era necesario para consagrar a Dios una parte de los primeros frutos de la tierra (Exo_22:29; Exo_23:19; Exo_34:26; Num_15:20, Num_15:21).

(5.) La ley ordenaba que ninguna fruta se recopilara de los árboles frutales recién plantados por los tres primeros años, y que los primeros frutos del cuarto año iban a ser consagrados al Señor (Lev_19:23-25). Jeremías (Jer_2:3) alude a la Ordenanza de «primicias», y por lo tanto debe haber conoció los libros de Éxodo, Levítico y números, donde se registran las leyes relativas a ella.

Calendario de las fiestas solemnes de la LEY:

 

Las tres  PRIMICIAS y su significado profético en el Nuevo Pacto:

  • Pascua – Cristo es nuestra Pascua, por la cual Dios pasó por alto nuestros pecados y nos saco del reino de las tinieblas librándonos de la muerte (Egipto): “Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado.” (1Corintios 5:7 LBLA)
  1. PRIMERA PRIMICIA: el dio después de la Pascua se ofrecía una primicia de pan sin levadura – Lev. 23:5-8. Este pan sin levadura es Cristo, hallado santo y justo en su juicio después de la muerte y por eso fue elevado, resucitando de entre los muertos y sentándose a la diestra del Padre. Primicia de los que resucitan: “Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron. Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida; entonces vendrá el fin, cuando El entregue el reino al Dios y Padre, después que haya abolido todo dominio y toda autoridad y poder.” (1Co 15:20-24 LBLA)
  • Se contaban 7 semanas (49 días) y entonces PENTECOSTES:
  1. SEGUNDA PRIMICIA: el día de Pentecostés (día 50) se ofrecían dos panes con levadura (Levítico 23:15-17). Los dos panes son los dos pueblos, judíos y gentiles, que también fuimos elevados, sentados con Cristo en lugares celestiales. Que además hemos recibido las primicias del Espíritu, que es el primer fruto de nuestra herencia en Cristo y gustado los poderes del tiempo venidero.

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.” (Hechos 2:1-4 LBLA).

 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), y con El nos resucitó, y con El nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús, a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.” (Efesios 2:4-7 LBLA).

“Porque El mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad. Y VINO Y ANUNCIO PAZ A VOSOTROS QUE ESTABAIS LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA; porque por medio de Él los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.” (Efesios 2:14-18 LBLA).

“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con Él. Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.” (Romanos 8:16-25 LBLA).

“Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero…” (Hebreos 6:4-5 LBLA).

  1. TERCERA PRIMICIA: En las Fiesta de los Tabernáculos en el mes séptimo (perfección) – Ex. 23:16; 34:24. Esta primicia era de frutos, era la fiesta de la cosecha o de la siega de fin de año. Profetizaba la siega del fin de este mundo:

“Y respondiendo El, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno; y el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo.” (Mateo 13:37-40 LBLA)

                En esa siega, los creyentes somos la primicia de las criaturas, por eso la creación anhela ese día para que ella misma sea libertada de la           corrupción, de la muerte y del pecado a la libertad gloriosa de los hijos         de Dios:

“En el ejercicio de su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.” (Santiago 1:18 LBLA).

“Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.” (Romanos 8:19-23 LBLA)

“Porque si el primer fruto santo, también lo la masa, y si la raíz santa, también son las ramas.” (Romanos 11:16 RVG10-R)

“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿cómo no debéis vosotros de conduciros en santa y piadosa manera de vivir? Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo quemados, se fundirán. Pero nosotros esperamos según su promesa, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de Él en paz, sin mácula y sin reprensión.” (2Pedro 3:10-14 RVG10-R)

Anuncio publicitario

Editor de Centro CREE y Berea Online Blogs.

Tagged with: ,
Publicado en Mensajes Cristianos, Teología/Sana Doctrina/Estudios Sistemáticos de la Palabra, Uncategorized, vida cristiana
5 comments on “Las Tres Primicias del Nuevo Pacto
  1. alfredo dice:

    hoy en día las iglesias piden las primicias en efectivo.

    Me gusta

    • Si pero es que hoy nuestra economía no se basa en el trueque de animales o frutos vegetales, sino que el fruto de nuestro trabajo es en dinero. Dios de todas formas es el dueño del oro y la plata y quiere que lo honremos con todos nuestros bienes materiales y con las primicias de todos nuestros frutos, para así darnos sobreabundancia en nuestras vidas – Proverbio 3:9-10 dice: «Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto» (LBLA). Así que sí las Iglesias reciben las primicias del pueblo para Dios en efectivo porque es parte de la Palabra de Dios y es una forma de honrar a Dios, recuerda Dios honra a los que le honran y cuando das con fe y alegría tus ofrendas son agradables a Dios y el te añade de su favor y bendición (Salmo 96:8; 103:13; 111:5; 2 Corintios 9:7; Hebreos 11:4,6).

      A su vez, el principio de primicias va mucho más allá que solo las finanzas, esta envuelto en la consagración de lo primogénitos en el libro de Levítico, en la ofrenda de Isaac por Abraham, en la ofrenda del Padre del primogénito de toda creación, etc.

      Espero haber añadido a tu comentario alguna luz… te bendigo en el nombre de Jesús.

      Apóstol Jaime Galván
      Centro CREE

      Me gusta

      • pastor Jose dice:

        no debemos mesclar la ley con la gracia, pues uno es el pacto de la ley y otro el pacto de la gracia, no demos traer los cosas antiguas a la vida nueva, pues las cosas viejas pasaron; y la ley fue eliminada por el señor Jesucristo, y solo esta vigente para el pueblo de Israel, no para los gentiles o iglesia de Jesucristo.

        Me gusta

  2. Difiero totalmente de sus cometarios y por cierto no los puboliocaré porque creo que se acerca peligrosamente a la blasfemia contra el Espíritu Santo.

    Me gusta

  3. Glendys Rivero dice:

    Exelente

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Escribe tu dirección de correo electrónico para suscribirte a este blog, y recibir notificaciones de nuevos mensajes por correo.

Únete a otros 2.374 suscriptores
A %d blogueros les gusta esto: