Testificando de Cristo de Forma Personal


La unción y el poder del Espíritu Santo ha venido sobre nosotros con un propósito claro según la Palabra: CAPACITARNOS PARA SER TESTIGOS DE CRISTO. La Biblia dice:

“…pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” (Hch 1:8 LBLA)

“EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACION DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS; PARA PROCLAMAR EL AÑO FAVORABLE DEL SEÑOR.” (Luc 4:18-19 LBLA)

El espíritu vino a dar testimonio de Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores; Rey de gloria y salvador de todo el que le invoque con fe:

 “Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de mí, y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.” (Juan 15:26-27 LBLA)

Por esto el Espíritu te dará las palabras correctas para testificar y convencer al mundo:

 “Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué hablaréis; porque a esa hora se os dará lo que habréis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.” (Mat 10:19-20 LBLA)

 “Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando El venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en mí; de justicia, porque yo voy al Padre y no me veréis más; y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que El toma de lo mío y os lo hará saber.” (Juan 16:7-15 LBLA)

El poder del Espíritu respaldará tu oración y palabras:

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado. Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.” (Mar. 16:15-18 LBLA)

“Porque en Jesucristo ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por amor.” (Gál. 5:6 RVG10-R)

Cuando salgas a testificar, que sea con un amor genuino por las almas.  Jesús dijo qie las señales del Evangelio (del poder de Dios en el Espíritu) seguirían a los que creen, pero la fe con que creemos obra en el AMOR.

 “…cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.” (Mat. 6:7 RVG10-R)

“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo, puede mucho.” (Stg. 5:13-16 RVG10-R)

¿Qué vamos a hacer?

• Saludar cordialmente declarando la paz de Dios sobre la casa.

 • Presentarnos por nombre y preguntar los nombres.

• Decirles que hemos llegado hasta sus casas a testificarles de Cristo.

• Le cuentas tu testimonio de cómo conociste a Cristo o como el ha obrado en ti.

• El Espíritu testificará contigo poniendo las palabras correctas en tu boca.

• Presentas a Cristo como salvador, sanador y Señor.

• Oras por la persona para: que sea salvo (trasladado de reino), sea sanado, etc.

 • Si vas a imponer las manos pides permiso antes de hacerlo.

• El Espíritu respaldará con su poder tu oración y tus palabras (no hables lenguas a menos que las interpretes; la oración más larga no necesariamente es la más poderosa, ni la más repetitiva o gritada; la más eficaz es la oración del justo, en acuerdo con los hermanos que te acompañan y dirigida por el Espíritu Santo.

 • Te comprometes con regresar a dar una visita en la próxima semana a ver como van las cosas.

• Te despides y bendices la casa con la paz de Dios.

• Anotas antes de regresar a tu casa todas las observaciones de cada casa para que ores antes de regresar en la próxima semana y sepas de que cosas debes estar pendiente.

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Editor de Centro CREE y Berea Online Blogs.

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