Primeramente quisiera darles algunas referencias bíblicas acerca de los Obispos, pues quizás la imagen o concepto que de este ministerio tenemos hoy no es el mismo que era cuando se escribió la Biblia:
- Era un ministerio reconocido por los Apóstoles y que requería un carácter idóneo y madurez para llevarse a
cabo. Obispo significa en este contexto un supervisor, en ingles: “overseer”. Timoteo primer obispo de Efeso se le delegó escoger después de él gente idónea para el cargo: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola esposa, vigilante, templado, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no rencilloso, no codicioso de ganancias deshonestas, sino moderado, apacible, ajeno de avaricia; que gobierne bien su propia casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad (Porque el que no sabe
gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?). No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y
en lazo del diablo.” -1 Timoteo 3:1-7 RVG10-R. - Timoteo fue el primer obispo de Efeso luego de que Pablo establece la Iglesia durante 5 años, algunas de las versiones antiguas de la segunda carta terminan de la siguiente manera: “El Señor Jesucristo sea con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén. Epístola a Timoteo, el cual fue el primer obispo ordenado en Efeso, fue escrita de Roma, cuando Pablo fue presentado la segunda vez a César Nerón.” -2 Timoteo 4:22 RVG10-R (la parte subrayada no es incluida en todas las copias de la carta).
- A Tito también le fue asignado por Pablo esta tarea: “Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no arrogante, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas; sino hospitalario, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, templado; retenedor de la palabra fiel como le ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana doctrina, y convencer a los que contradicen.” -Tito 1:7-9 RVG10-R.
- Pedro llama a Jesucristo Obispo de nuestras almas, supervisor de nuestras almas, presentándolo implícitamente como
modelo de los Obispos como luego lo dice explícitamente: “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.” -1 Pedro 2:25 RVG10-R. - Los Obispos son los Ancianos de la Iglesia según Pedro: “Ruego a los ancianos que están entre
vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de ánimo pronto; y no como teniendo señorío sobre la heredad de Dios, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando apareciere el Príncipe
de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. Igualmente, jóvenes, sujetaos a los ancianos; y todos sujetaos unos a otros, y vestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.” -1 Pedro 5:1-7 RVG10-R. Pedro en estos versículos trata como igual ministerios a los Ancianos y Obispos que pastorean la grey del Príncipe de los Pastores y Obispo de nuestras almas. Le dice a los más jóvenes o inmaduros que se sometan a los Obispos o Ancianos. - Estos Obispos o Ancianos son constituidos por Cristo por medio de la comisión de autoridad por la imposición
de mano, el ancianato es conocido por presbiterio en algunos versos bíblicos. Pablo le dice a Timoteo acerca de su ministerio: “Entre tanto que vengo, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que está en ti, que te fue dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.” -1 Timoteo 4:13-14 RVG10-R. Y entro sitio le dice: “Por lo cual te aconsejo que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”-2 Timoteo 1:6 RVG10-R. Quiere decir que la autoridad del obispado es comisionada por imposición de manos del presbiterio a los nuevos miembros del mismo, desde Jesús a sus Apóstoles y así hasta nuestros días. - Los ancianos no tenían que ser ancianos en años, sino más bien maduros en el Señor, conocedores y defensores de
la sana doctrina, maestros y gente de carácter aprobado. Po eso Pablo le dice a Timoteo, Obispo de Efeso: “Ninguno tenga en poco tu juventud; sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza.”-1 Timoteo 4:12 RVG10-R. - El Presbiterio (ancianato) es constituido para edificar la Iglesia y perfeccionar a los santos para la obra del ministerio.
El presbiterio, ancianos u obispos tienen una función de gobierno y edificación en la Iglesia que solo se compara con lo declarado por el Espíritu Santo en la carta a los Efesios acerca del ministerio quíntuple de Cristo en la Iglesia: “Y
Él mismo dio a unos, apóstoles; y a unos, profetas; y a unos, evangelistas; y a unos, pastores y maestros; a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
hasta que todos lleguemos en la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento
de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.”-Efesios 4:11-14 RVG10-R. - Las palabra griega para anciano es: G4245 – Πρεσβύτερος – presbuteros; de esta palabra deriva presbiterio. La palabra griega para obispo es: G1984 – ἐπισκοπή – episkopē; de la que deriva la palabra episcopal o episcopado.
Quisiera comentarle acerca de esta carta a la que haré referencia. Clemente que se cree era Obispo en Roma y escribió su carta de parte de la Iglesia de Roma a la Iglesia de Corintios. Vivió del año 30 al 100 d.C. Se dice que es el Clemente que menciona Pablo en Filipenses 4:3. Esta carta está escrita respondiendo a una necesidad de la Iglesia de Corintios que había sufrido de una rebelión en contra del liderato delegado por los Apóstoles, contra los Obispos. Por orgullo, envidias e infiltraciones de espíritus de error con
falsas doctrinas se levantó sedición en el pueblo y se trato de destituir los Obispos establecidos por el Espíritu Santo a través de los Apóstoles. Destitución que no era justificada por faltas morales o doctrinales, sino por el capricho de poder de algunos que querían enseñorearse de la grey de Dios. La revocación de los llamados y dones no es bíblica, Pablo dice de esto: “…porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.”-Romanos 11:29 LBLA. Por esto es que no se debe imponer la mano con ligereza en la comisión de dones, pues estos son irrevocables, y una persona con mal carácter (no de acuerdo a las instrucciones Apostólicas a los Pastores Tito y Timoteo (1 Tim. 3; Tito 2) hará mal uso de ellos: “Te encargo solemnemente en la presencia de Dios y de Cristo Jesús y de sus ángeles escogidos, que conserves estos principios sin prejuicios (principios de elección y reglas de comportamiento que le enseñó dos capítulos atrás), no haciendo nada con espíritu de parcialidad. No impongas las manos sobre nadie con ligereza, compartiendo así la responsabilidad por los pecados de otros; guárdate libre de pecado.” -1 Timoteo 5:21-22 LBLA. (Paréntesis añadido por autor).
Por tanto, esta es la traducción al español de la porción de la carta en que Clemente explica a la Iglesia de Corintios sobre este sistema instituido por Cristo de delegación de autoridad apostólica:
“Cap. XLIV. — Las ordenanzas de los apóstoles, que no podría haber ninguna contención respetando
el ejercicio sacerdotal.
Los apóstoles también sabían, a través de nuestro Señor Jesucristo, que habría luchas por la Oficina del Episcopado. Por esta razón, entonces, en la medida en que había obtenido un perfecto conocimiento previo de esto, nombró esos [Ministros] ya mencionados [como Timoteo]; y luego le dieron instrucciones, que cuando estos duerman [mueran en el Señor], otros hombres
aprobados deben sucederles en su Ministerio. Somos de la opinión, por lo tanto, que los nombrados por ellos, o posteriormente por otros eminentes, con el consentimiento de toda la iglesia, y que sin tener de que acusárseles han
servido el rebaño de Cristo en un espíritu humilde, pacífico y desinteresado y que por mucho tiempo han poseído la buena opinión de todos, no pueden ser justamente despedido del Ministerio. Porque nuestro pecado no sería pequeño, si expulsamos del episcopado a quienes han cumplido sin con santidad y sin mancha alguna sus funciones.” [Corchetes añadidos por autor].
Escribo esto porque debemos entender como Iglesia la importancia que tiene para el Señor ese grupo de ministros que llamamos Ancianos u Obispos. Que son según la Palabra dignos de doble honor: “Los ancianos que gobiernan bien,
sean tenidos por dignos de doble honor; mayormente los que trabajan en predicar y en enseñar. Porque la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla. Y: Digno es el obrero de su jornal.” -1 Timoteo 5:17-18 RVG10-R. Cristo que es quien edifica la Iglesia, de quien la Escritura testifica que es Apóstol de nuestra fe, el Profeta que Dios le dijo a Moisés levantaría, el Evangelista
de las buenas nuevas del Reino, el Pastor de nuestras almas y el Maestro por excelencia es quien en los cinco ministerios del Presbiterio trabaja sobre nuestras vidas para la sana edificación del cuerpo de Cristo. No menospreciemos a Cristo quien se repartió y se dio (en dones) a los hombres constituyéndoles así Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros.
Jaime Galván
Apóstol de Jesucristo y Anciano de la Iglesia, por su Gracia.
A todos los ancianos y obispos, jóvenes y mayores que apacientan la grey de Dios por amor y sacrificio, como buenos pastores del redil. Gracias. Y a la Iglesia que los honra con doble honor, reconociendo el llamado y ministerio de Dios en sus vidas, gracia y favor de Dios.
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