Para padrdes de jóvenes de la Iglesia que no asisten a la Igleisa, pero envian a sus hijos:
«Pero por diversas razones muchos de los padres o adultos a cargo de estos jóvenes nunca llegaron a la iglesia y otros por el contrario enviaban a los hijos a la iglesia pero les fomentaban conductas pecaminosas contrarias a la moral cristiana que se les estaba enseñando en la iglesia. Algunos fomentaban estas conductas explícitamente promoviendo el pecado sexual, la pornografía y/o el uso de alcohol en sus hijos; otros fomentaban las conductas pecaminosas modelando ante sus hijos una vida de pecado rampante y total desobediencia a Dios. Como pastores de jóvenes teníamos que combatir contra esa fuerza poderosa de la influencia de papá y mamá, si dije combatir en vez de colaborar. ¿Cuál fue el resultado de estos años de esfuerzo? La gran mayoría de los niños y jóvenes cuyos padres no enseñaron a vivir con temor de Dios luego de cierta edad 15-17 años se apartaron de la iglesia, de estos algunos y luego de algunos años y pruebas han vuelto a congregarse en algún lugar para la gloria de Dios, pero la mayoría aún continúa en la práctica del pecado».